LAS FOTOS
Esta exposición es la expresión definitiva de un reto artístico y muy personal.
Se trata de una serie de instantáneas que hacen reparar al autor en cuestiones tan importantes como las consecuencias que en el individuo y en el entorno urbano generan tanto el ritmo frenético al que nos aboca la sociedad, así como la dinámica globalizadora actual. Instantáneas que retratan escenas cotidianas, a priori sin trascendencia, pero que en muchas ocasiones contienen una inmensa riqueza visual. Aproximándonos a historias de gente corriente que nos muestra el fotógrafo sutilmente, poniéndolas por un momento en el centro del universo.
Esta exposición es el maravilloso resultado de una propuesta única, sincera, humilde, valiente, generosa y extraordinaria.
Es única porque el fotógrafo no se apoya en personajes extravagantes, no prepara las escenas y descontextualiza los lugares, porque lo importante es eso, es la gente que pasa, la gente corriente que generalmente pasa desapercibida para todos, pero motivo del objetivo de Luis Ángel Vidal en esta extraordinaria y singular serie.
Es sincera porque la mayoría de las fotografías son retratos urbanos tomados con diferentes dispositivos captando siempre la esencia de la escena.
Es humilde porque no hay pretensión ni en el autor ni en el motivo, más allá de mostrar el mundo que le rodea poniéndolo en valor. Lo que le permite ser lo suficientemente valiente para mostrar lo que hace sin complejos, ni vanidad.
Es generosa porque sólo pretende compartir con nosotros su punto de vista y dotar de relevancia a cosas cotidianas, a gente corriente, sacándoles del ostracismo de la normalidad, mostrándonos con la belleza que esa normalidad nos esconde.
Y es extraordinaria, sin duda alguna, porque sin quizá pretenderlo, es capaz incluso de acercarnos un debate, siempre de actualidad, como es el de la privacidad, ¿trasgredimos los límites de la privacidad por hacer retratos en espacios públicos a desconocidos sin ánimo de lucro, sin especificar el lugar o sin denigrar o ensalzar al retratado?
Y es que sin duda alguna, esta exposición supone un gran reto para el autor, como el que supone mostrar escenas en las que tienes que estar para retratarlas, pero desaparecer para no tergiversar lo que allí sucede. El inestimable desafío de echar toda la carne en el asador, mostrar tu trabajo en esta exposición, escapando de lo efímero y del anonimato, pero sin buscar el aplauso. Y es que esto, sólo está a la altura de corazones fotógrafos, de personas como Luis Ángel Vidal al que la fotografía le recicla la sangre, le equilibra, le motiva y supone su combustible vital.
“Gente corriente” no es una exposición de fotografía, es una declaración de intenciones, es gritar en silencio, es correr descalzo, es desnudarse bajo la lluvia, es respeto, es chocolate negro, es verdad y amor.
Óscar Calzado